Nevado Roses: Floricultura con conciencia social y ambiental

La floricultura ecuatoriana, ha demostrado ser mucho más que una industria productiva, es para muchas comunidades, una oportunidad de desarrollo humano, inclusión y sostenibilidad. Este es el caso de Nevado Roses, una empresa del sector floricultor con casi 30 años de trayectoria en la provincia de Cotopaxi, cuyo impacto trasciende la exportación de rosas: es parte de la transformación de vidas y comunidades.

Bajo su lema “Producir con Conciencia” Nevado Roses ha tejido una red de corresponsabilidad social y ambiental con sus colaboradores, sus familias y con la comunidad, donde ha aportado a la generación de empleo digno, programas sociales de alto impacto y una fuerte cultura ambiental. Su modelo demuestra que la sostenibilidad no es una declaración, sino un compromiso traducido en acciones concretas.

Este es el caso de las comunidades de Santa Lucía y Mulalillo, donde Nevado Roses ha sido un agente transformador, pues las relaciones sólidas y la generación de fuentes de trabajo estables ha redefinido el tejido social local, fomentando la permanencia en el territorio, el arraigo comunitario y una visión compartida de futuro. “Aquí no solo se consigue trabajo, se encuentra dignidad, seguridad y esperanza. Sentimos que somos parte de algo valioso”, relata uno de sus colaboradores.

Este sentido de pertenencia y corresponsabilidad se manifiesta también en los programas sociales, ambientales y laborales que Nevado Roses ha fortalecido, ampliado y multiplicado, gracias a su Certificación de Comercio Justo/Fairtrade, enfocados en el bienestar integral de colaboradores, familia y comunidad.

Programas de alto impacto

·    Becas estudiantiles para garantizar el acceso a la educación de los hijos de los colaboradores.

·        Proyectos de línea blanca, facilitando el acceso a electrodomésticos esenciales.

·        Préstamos emergentes, una red de apoyo frente a imprevistos económicos.

·        Atención odontológica periódica, mejorando la salud bucal y la calidad de vida.

Son beneficios que permiten cubrir necesidades básicas y, sobre todo, construyen seguridad personal y proyección hacia el futuro.

El Desarrollo Humano como una prioridad

La apuesta, no se limita a lo social: se enfoca en el desarrollo integral de la persona. Cada colaborador encuentra un entorno donde se fomenta la autoestima, la autorrealización y el crecimiento profesional.

Con iniciativas que incluyen:

·        Espacios laborales adecuados y saludables.

·        Políticas de conciliación entre la vida laboral y familiar.

·        Reconocimiento constante al esfuerzo individual y colectivo.

·        Establecimiento de metas claras y procesos de mejora continua.

El resultado es una relación laboral motivada y comprometida, con un alto sentido de pertenencia, que reconoce su rol dentro de un modelo productivo más humano.

Sostenibilidad Ambiental

La floricultura, como toda actividad agrícola intensiva, tiene el potencial de impactar al medio ambiente. Por eso, ha implementado una serie de buenas prácticas ambientales orientadas a la protección de los ecosistemas locales y al uso responsable de los recursos.

Principales acciones ambientales:

·        Reforestación de quebradas y bosques cercanos.

·        Uso racional del agua, con sistemas de riego tecnificado y reutilización.

·        Sustitución progresiva de químicos por moléculas biológicas.

·        Prohibición de pesticidas tóxicos.

·        Campañas permanentes de clasificación de residuos y reciclaje.

Además, los colaboradores participan activamente en mingas comunitarias, proyectos ambientales y campañas educativas, promoviendo estilos de vida sostenibles que trascienden el ámbito laboral.

Comunidad y Empresa: Un Ecosistema Compartido

Nevado Roses no ve a la comunidad como un espectador, sino como un actor clave en su modelo de gestión sostenible. La empresa reconoce que su éxito está íntimamente ligado al bienestar del entorno social y natural en el que opera.

El desarrollo no se impone, se construye en conjunto. Así, los beneficios no solo alcanzan a los colaboradores directos, sino que se expanden a toda la comunidad a través de oportunidades, educación, infraestructura y una renovada visión de presente y futuro.