El alma verde de Josarflor
- Ecuador y sus Flores

- 14 oct
- 3 Min. de lectura

Hoy la sostenibilidad es un tema del que todos hablamos y una exigencia que se ha vuelto parte del discurso común. Sin embargo, en la práctica, no siempre resulta sencillo llevarla a cabo. En sectores agrícolas como la floricultura, la sostenibilidad implica mucho más que cumplir estándares: exige una transformación profunda en los procesos productivos, en la concepción misma del negocio y en la manera de medir los resultados. En Ecuador hemos sido testigos de numerosos ejemplos de empresas que asumen este reto con verdadera convicción, convirtiendo la sostenibilidad en el eje de su gestión y en una oportunidad para evolucionar hacia un modelo más responsable y duradero.
En el corazón de Cayambe, florece un ejemplo real de responsabilidad sostenible: Josarflor. Para esta finca, cultivar flores no se trata únicamente de producir belleza, sino de sembrar respeto por la vida, equilibrio con la naturaleza y bienestar para las comunidades locales.
Su enfoque en sostenibilidad no es una estrategia de moda; es el alma de cada decisión. Desde el uso eficiente de recursos hasta el cuidado de cada colaborador, Josarflor ha construido un modelo de producción responsable que la posiciona como un referente de buenas prácticas en la industria florícola ecuatoriana.
El compromiso de Josarflor con el planeta y su gente está respaldado por certificaciones internacionales que avalan cada uno de sus procesos.
Carbono Neutro, que demuestra su esfuerzo por medir, reducir y compensar emisiones, generando un impacto positivo en la lucha contra el cambio climático.
Florverde® Sustainable Flowers, que garantiza un cultivo ético, justo y seguro, donde el bienestar de las personas es tan importante como la calidad de la flor.
BASC, que asegura que toda la cadena de comercio sea transparente, confiable y respetuosa, protegiendo la integridad de cada entrega.

Más allá de los sellos, los resultados son tangibles: flores más fuertes, vibrantes y llenas de vida, cultivadas en un entorno donde el equilibrio ecológico y humano es prioritario. La reciente instalación de paneles solares en los galpones de frío, bodegas y áreas de recepción es otro paso hacia la autosuficiencia energética.
Hoy, cerca del 38% de su consumo eléctrico proviene de energía limpia, reduciendo significativamente la huella de carbono y demostrando que el respeto por la naturaleza puede integrarse en cada rincón del negocio.
La sostenibilidad también se refleja en el impacto social. Cada flor es el resultado de un trabajo que dignifica, protege empleos y genera desarrollo en la zona. Para Josarflor, el bienestar de su gente es inseparable de la calidad de sus productos.

Al tomar como prioridad este tipo de prácticas, esta empresa nos demuestra que ha comprendido que el concepto de sostenibilidad no solo es solo un requisito a cumplir o un tema que está de moda, sino que es una necesidad y el único camino para crecer e impactar realmente. Estas prácticas se ven reflejadas en los resultados de una flor de máxima calidad, entregada a tiempo, con un sistema de planificación eficiente que permite cumplir los compromisos con sus clientes y ser una empresa que hace las cosas bien, está lista para afrontar desafíos y tiene resultados óptimos.

La responsabilidad social y empresarial se puede ver de manera real en los cultivos de rosas en Ecuador y Josarflor es un vivo ejemplo de esto. En Josarflor, cada rosa que sale de sus campos, lleva consigo una historia de respeto, innovación y amor por la vida, demostrando que en la flor ecuatoriana se puede cultivar belleza y esperanza al mismo tiempo.














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