BASC: 25 años cultivando confianza y transformando la cultura de seguridad empresarial
- Ecuador y sus Flores

- 14 oct
- 4 Min. de lectura
Por Stefany Hidalgo – BASC Pichincha
En la dinámica actual del mundo, donde todo se mueve, cambia y se conecta en cuestión de segundos, la confianza se ha convertido en el activo más valioso de cualquier empresa. Sin confianza, no hay relaciones sostenibles, alianzas duraderas, ni crecimiento verdadero. En este contexto, BASC (Business Alliance for Secure Commerce) ha construido un camino sólido hacia una cultura empresarial basada en la legalidad, la transparencia y la seguridad en la cadena de suministro.
Desde su creación, BASC ha trascendido el concepto de “certificación” para convertirse en un símbolo de compromiso ético y responsabilidad corporativa. Su misión no se limita a cumplir normas: consiste en transformar la manera en que las empresas piensan, actúan y se relacionan con el entorno, inspirando una nueva forma de hacer negocios: confiable, segura y sostenible.

Más allá de la certificación: una cultura que inspira confianza
Hablar de BASC no es hablar de un sello ni de una auditoría. Es hablar de una filosofía empresarial que impulsa a las organizaciones a mirar más allá del cumplimiento, para comprender que la seguridad es un valor que debe integrarse en cada proceso, decisión y relación comercial.
A lo largo de estos años, el modelo de BASC ha logrado que miles de empresas adopten estándares de gestión que las posicionan como aliados estratégicos en la prevención de delitos transnacionales, el control del riesgo y la transparencia operativa.
En Ecuador, BASC Pichincha nació en el año 2000, consolidándose rápidamente como un referente en la región. Desde entonces, su propósito ha sido claro: hacer del mundo un lugar confiable y seguro, fortaleciendo la seguridad en la cadena de suministro desde el corazón de las empresas.
El poder de la confianza
La confianza es el cimiento sobre el cual se edifica todo negocio sostenible. Y, paradójicamente, es un valor que no se puede comprar ni imponer: se construye, día a día.
BASC promueve precisamente eso: una confianza basada en hechos, en procesos y en resultados verificables. Cuando una empresa obtiene la certificación BASC, no solo demuestra que cumple con estándares internacionales; demuestra que cree en el valor de hacer las cosas bien, que respeta a sus socios, colaboradores y clientes, y que apuesta por un comercio justo y transparente.
La certificación BASC se traduce en credibilidad ante autoridades aduaneras, inversionistas, socios internacionales y consumidores finales. Cuando las amenazas como el contrabando, el lavado de activos o la corrupción afectan la reputación y competitividad de las empresas, la confianza se convierte en la moneda más estable del mercado global.

El Sistema de Gestión en Control y Seguridad (SGCS BASC): un modelo de prevención integral
El corazón de BASC es el Sistema de Gestión en Control y Seguridad (SGCS BASC), una herramienta práctica y dinámica que permite a las empresas identificar, evaluar y mitigar riesgos dentro de sus operaciones logísticas y administrativas.
Este sistema no solo cumple con los requerimientos internacionales de seguridad, sino que se adapta al contexto de cada empresa, promoviendo la mejora continua y el aprendizaje organizacional.
Implementar el SGCS BASC implica mucho más que prevenir ilícitos; significa instaurar una cultura de disciplina, integridad y responsabilidad, donde cada colaborador entiende que su trabajo aporta al propósito común: proteger los procesos, las personas y los valores que sostienen a la organización.
Las empresas certificadas BASC se convierten así en modelos de cumplimiento y ética, capaces de anticiparse a riesgos y responder con resiliencia ante los cambios del entorno.
La seguridad también es humana
Uno de los mayores aportes de BASC ha sido recordar que detrás de cada proceso logístico, de cada contenedor y de cada certificado, hay personas. Personas que piensan, deciden y actúan; personas que pueden ser agentes de cambio o factores de riesgo, dependiendo de la cultura que se promueva dentro de la organización.
Por eso, BASC impulsa programas de capacitación, sensibilización y formación que van más allá de lo técnico, para trabajar el componente humano de la seguridad: la ética, la responsabilidad, la empatía y la conciencia del impacto de cada acción.
La seguridad desde la visión BASC no se impone; se cultiva. Y ese proceso constante en el ser humano es lo que ha permitido que la organización trascienda como un movimiento empresarial que promueve un mundo confiable y seguro.

25 años de historia, propósito y compromiso
Este año, BASC Pichincha celebra 25 años de compromiso inquebrantable con la seguridad, la integridad y la confianza empresarial. 25 años de crecimiento, de alianzas, de retos superados y de objetivos cumplidos.
En este tiempo, cientos de empresas han sido parte de este camino, apostando por un modelo que les ha permitido mejorar sus procesos, fortalecer sus equipos y abrirse paso en mercados internacionales. En Ecuador, un total de 57 florícolas cuentan con la certificación BASC, de las cuales 54 están certificadas con Pichincha, reflejando el liderazgo y compromiso de este sector en la región.
Celebrar estos 25 años es reconocer a esas empresas que, junto a BASC, han demostrado que la seguridad no es un costo, sino una inversión; que la prevención no es una limitación, sino una forma de crecimiento; y que la ética empresarial no es una opción, sino una obligación.
Construyendo un futuro confiable
El futuro de BASC se proyecta así: innovando, cooperando y fortaleciendo la cultura de la seguridad desde el amor y la convicción de que cada acción cuenta.
Porque hacer del mundo un lugar confiable y seguro no es una meta, es un propósito que se renueva cada día.








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