Ing. Juan Simón Bustamante
Quito es una de las estaciones aeroportuarias de carga más importantes de la región. Ocupa uno de los cuatro primeros puestos en términos de toneladas transportadas después de Bogotá, y junto a Guarulhos(Sao Paulo) y Santiago de Chile.
Durante el año 2023 se transportaron 181.000t. de flores a diversos destinos por medio de los principales puertos de llegada: Miami, Amsterdam y Los Angeles entre otros.
El detonante del crecimiento de la logística y del transporte aéreo en esta estación ha sido fundamentalmente el del sector floricultor con más del 90% de las exportaciones totales.
Desde los años 90, cuando se entregaba la carga en la pista del aeropuerto con insuficiente infraestructura e incipientes procesos de control, la evolución en todos los aspectos ha sido formidable. Con la apertura del nuevo aeropuerto, se abrieron también varios centros logísticos de consolidación, paletizadoras, y se implementaron los procedimientos de seguridad necesarios. (En el aeropuerto no se permite y no se debe consolidar)
La evolución de la carga y los cambios en la oferta y la demanda de transporte aéreo han sido constantes, tomando en cuenta los años de crisis que se vivieron durante la pandemia.
Durante el año 2019 se exportaron flores por un total de 158.000t. desde el aeropuerto de Quito a todos los destinos. El crecimiento en toneladas entre este año hasta el 2023 fue de 14,5%.
En marzo de 2020 el mundo entró en la grave crisis de la pandemia, que significó una sustancial caída del comercio mundial durante los primeros 4 meses y paulatinamente se recuperó la demanda de flores y otros bienes con importantes crecimientos.
Pero desde el punto de vista de la oferta aérea, la afectación duró mucho más, dado el desorden mundial logístico causado por la paralización. La demanda aérea en estaciones de Asia creció de manera alarmante con la consecuente “corrida” de aeronaves para atender un mercado que llegó a pagar hasta $ 25 por kilogramo. Para poder comparar, el flete de Quito a Amsterdam era en promedio $ 3,2 por kilogramo y a Miami $ 1,5 por kilogramo, pero se llegó a pagar más de $ 6 por kilogramo. Incluso se transportaron cajas de flores en los asientos de aviones para pasajeros, ¡una locura!
Debemos resaltar que muchas aerolíneas nunca dejaron de atender a la región a pesar de tener la opción de ir a estaciones alternativas con mejores condiciones. Otras en cambio, sí lo hicieron.
Desde entonces esta diferencia entre la alta demanda de espacios para flores versus una deficiente oferta, se ha regulado poco a poco con la tendencia en estos últimos tres años de transformar aeronaves de pasajeros a cargueros con todo lo que esto implica. Hoy en 2024 todavía hay déficit para ciertas rutas, pero en general se ha ajustado la oferta y la demanda.
Es muy importante considerar que los costos para establecer una ruta son gigantes y están expuestos a permisos, equipos, combustible, pilotos, costos aeroportuarios, carga de bajada, entre otros, lo que hace que cubrir la demanda se convierta en un proceso lento.
De todas, maneras los esfuerzos de algunas aerolíneas, trajo como resultado mayor oferta. Las aerolíneas transportistas, ya sean cargueras puras o en las “barrigas” de las aeronaves de pasajeros, en su mayoría, valoran un mercado que les ofrece estabilidad con carga disponible durante todo el año a diferencia de los mercados cíclicos o estacionales. Todos tenemos que analizar y entender bien esto, para seguir incentivando un sano equilibrio comprometido con ambas partes para el desarrollo de la industria de flores y logística en general.
Fuentes: Expoflores, Banco Central, Fedexpor. Evolución de la oferta aérea en Quito
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